Antes habían historias picantes. Ahora es más como lo que me de la gana escribir en el momento.



2005-07-12

Strip Poker Pt. 2


Esta historia debería titularse de la siguiente manera:
"Si lo que quieres es trola pídela, no me pongas en juegos pendejos" (apuesto a que los caballeros han pensado en esto -o tal vez lo han expresado verbalmente, si lo han hecho, mis respetos y bienvenidos sean al batallón coyero-, lo mismo las mujeres, porque ya sabemos como se ponen cuando les entran esas arrecheras)


Cobarde Indecente
Esta es la forma en la que catalogamos a una coya que tiene que embriagarse mucho para cumplir con su cometido último: rogar para que la empalen.

Era una oscura noche, hace tal vez unos cuatro años...
Mexxiex cedió su turno como acompañante de la coya del post anterior al Sargento Pata, algún día de inusual desparche, resolvimos hacer una bebeta en mi casa, aprovechando que el cute (léase: kute, de mujer fea y desgarbada, no kiut, de cosas lindas al estilo hello-kitty) con el que salía prometió sacarse una amiga.

En efecto, mis compañeros recogieron a este par de jarretonas en un conocido paradero DE BUS en la 127, y les llevaron a mi casa con la graganta seca. Comprmos algún veneno de bajo presupuesto, tal vez un brandy Domecq o un ron Santafé o Viejo de caldas (o abrechochas como se le conoce en el argot).

Algunos odiosos tragos después de iniciar la bebeta, supe que tenía una misión, y era pasar a esta india por el trinche, obviamente bebiendo las cantidades necesarias de licor para poder lograr tener una erección al momento de que la fémina estuviera lista para mojar mi yuca, esto me sitúa en un punto muy difícil de lograr y es:
- Estar lo suficientemente ebrio para lograr desarrollar un gusto por la poco agraciada mujer
- Estar lo suficientemente sobrio para no caer en coma alcohólico

Saque a esta indiecita a dar una vuelta, y de una vez conseguir algo más de licor y cigarrillos, que estaban por terminarse. Ahi sobrevino el viejo truco del hombro (cómo es? se pregunta usted con insensatez...), que consiste en:
Si usted alguna vez tuvo algún golpe (físico) que haya dejado disimuladas secuelas en su cuerpo, use eso a su favor, todos sabemos que para una mujer el contacto físico es muy importante, más si se puede demorar alegando la sutileza de la secuela.
Hace algunos años caí de un árbol sobre una canal de concreto, aterricé en el hombro, y mi clavícula derecha se dobló un poco, algo muy sutil, pero notorio si se toma el suficiente tiempo. Bogotá es una ciudad fría, por lo cual decir que a uno le duele ese hueso debido al frío (aunque no sea cierto) es algo perfectamente comprensible y natural. De ahí el viejo truco:
"Mira, tengo este hombro un poco jodido, pero es chistoso, quieres tocar?"
y el respectivo:
-"ay, no se me parece normal"
A lo cual se responde:
"en serio, compáralo con el izquierdo y verás"
Cuando la vieja tiene ambas manos debajo de la camisa de uno se da cuenta que se le ha irrigado de sangre el clítoris y no desea parar, de hecho no ve razón para hacerlo, hasta que después de unos segundos se siente incómoda y suelta.
Opción 1: La abraza y se la come esa misma noche (para las coyas)
Opción 2: No la abraza y espera a que la vieja le pida poquito a poco (para las viejas que en realidad le interesan)

Usted es libre de asumir esta probadísima táctica, y de criticar lo que le de la gana, a mi me funciona, y si a usted no, puede comenzar por usar seda dental y bañarse diariamente.

Regresando al mi casa, se dio de nuevo uno de esos momentos kodak, en los cuales mexxiex propueso airadamente el juego de póker de prendas, la moción fue secundada por todos, excepto la cita del sargento Pata, que nuevamente le dijo no a esta vaina tan graciosa, así que la tuvo que llevar a la sala y comenzamos a jugar en la base de "el que no juega no tiene derecho a ver, así que suerte hp" (lo cual es lo mínimamente justo).

Comenzó la desaforada marcha de prendas abajo, y con estas, la creciente duda sobre si esta coyita, un poco ebria y algo arrecha (tal vez demasiado), se quitaría el brassier, o si llegaría a quitarse los cucos.

Extrañamente, la coya comenzó a mejorar su juego, y mexxiex y yo perdíamos juego tras juego, quedando en bola primero que la vieja, en extremos opuestos de la mesa... ahi el juego comenzó a mejorar y se vio lo inesperado:

Alteración del orden social de las prendas
Normalmente, las prendas íntimas de la mujer se quitan en este orden:
Primero el brassier, luego los cucos.
PERO NO!!!!
Esta india se ha sabido quitar los cucos primero que el brassier, revelando su carácter de coya troladicta en la primera pasada!
El asunto es el siguiente: terminó de perder y quedamos todos en bola, así que para no sufrir, la vieja sugirió comenzar con las penitencias. Mexxiex, en su calidad de maestro de festines, le puso la primera penitencia a la vieja que fue darme un beso... se montó encima mío y no se quitó hasta no cerciorarse de que yo estaba al tanto de que estaba pasando gotas en su cuca.
Luego, perdí yo y me puso de penitencia hacer el cu-cu (Qué es esa mierda? se preguntará con toda razón usted así como lo hice yo en el momento...), pues era un juego pendejo hecho para jugarse con ropa:
Ella se echa en el piso, y yo tengo que simular, apivotado en la zona de la trola, ser un eje que gira en el sentido de las manecillas del reloj, así que me le monté encima, y que vuelta ni que hijueputas... le chupé el sarro, y le comencé a abrir las piernitas, chupándole esos inmensos pezones que sobresalían de sus pequeñas tetas... Le hice una seña mexxiex para que abandonara el recinto, ya que el doctor estaba por comenzar la cirugía. Me hizo una mueca de asentimiento, y lo siguiente que escuché fue el sonido de la puerta cerrándose tras de su salida.

Como era de esperarse, comencé a suplir la seria necesidad de trola que ostentaba aquella coyuncia, que me mordía los hombros y me arañaba la espalda de una forma molesta y dolorosa, revelando su naturaleza de guisa, en donde se supone estos actos barbáricos agradan a los hombres que les hacen el inmenso favor de proporcionarles trola.

Ingresó, sin ser invitado, y sin tocar para anunciarse, el Sargento Pata, con unos condones en la mano, diciendo: "no le hace falta algo?", uyyyyyyy!!, si que me hacìa falta, menos mal no llevaba sino unos 10 minuticos atendiendo ese negocio, porque algo que jamás me perdonarían mis familiares y amigos es terminar empujàndole un retoño a tan poco agraciada fémina. Me equipè y seguì en las labores... de repente, un ruido... creí que era un gato o un ratón... pero NO!!!!

Mexxiex Voyeur
Si, mexxiex, en su infinita enfermedad quiso ver el acto que yo sostenía con la fémina, escondido cobardemente tras una mesa y una silla, cagado de la risa....

Al ver esto, a la fémina le entró un ataque de decencia, y amenazó con no continuar hasta que mexxiex no hubiese abandonado el recinto, y al abandonarlo, traté de ponerla a hablar por la voz del guamo, pero el trago causó sus peores efectos, y le dieron ganas de cebarse (esto, señor provinciano o extranjero, significa vomitarse)... al ver esto, no tuve más remedio que ponerme mi ropa nuevamente... insatisfecho, y llamar a la acompañante del sargento para para que tratara de componer la apariencia de la adeuda de trola para que pudiera largarse de mi casa.

En la salida, esta borrachona tumbó una matera y se cayó en el patio, cogió un taxi y se largó definitivamente. Al día siguiente, contaba entre risas y cervezas el Sargento Pata que esta borrachona le preguntaba a la amiga: "cierto que yo no tuve nada con ícaro*?", "yo me acuerdo que le di un besito pero no más...", jeje, troladicta, ya es tarde para tratar de expiar tus pecados, hasta tu mejor amiga te vió repartiendome castigo en la mondá como si nunca hubieras visto una!
* No pensó que le iba a regalar mi nombre real... o sí?

De esta experiencia me quedó un horripilante cinturón de cuero/plástico blanco de gran anchura, que esta guisa dejo en mi casa... aun lo conservo y lo veo cuando me quiero sacar una risa gratis.



La canción del momento:
Ángel Eléctrico
de Soda Stereo