Antes habían historias picantes. Ahora es más como lo que me de la gana escribir en el momento.



2005-06-27

Póker de prendas Pt. 1

Pasó hace tiempos... me encontré un cinturón de guisa bajo el armario el otro día y me acordé de un par de episodios de ese peligroso juego. Así que dividiré los posts al estilo No retroceder, no rendirse en virtud de que efectivamente cada episodio fue más triste y patético que el anterior.


Parte 1: Una mamá chévere


Hubo una época en la que comenzó a existir el batallón coyero, muy en sus inicios, en donde los ideales eran puros y embriagadoramente distintos a los del Colegio... ya no era el "me gusta mucho la nena del colegio del lado", o "qué tal esta insolente? es que no entiende que lo que quiero no es amor?" ó "que tal esta insolente? acaso no comprende que ya me cansé?", ahora era el "toda mujer (con ciertos parámetros mínimos) tiene derecho a su ración de trola, y si no satisface los requisitos, ahí es donde encaja el trago".




En la campaña previa, un veterano coyero, conocido en el argot como Mexxiexx, consiguió en el mismo sitio de la historia "hermanitos de leche" a una pobre percantita de tímidas maneras y feo cuerpo, a la cual sin falta citó para una velada personal, a título completamente personal y confidencial. Resultó extraño el hecho de que esta coyita en potencia me llamara a mi a ponerme una cita, en una esquina del barrio cerditos (si, cerditos, porque no he visto allí muchos cedros, pero si muchos cerdos y cerditas), a la que fui con la afamada excusa de: "pues mejor que ver los simpson si es ver a esta india", esperando estaba, cuando de la nada, como un fantasma salió Mexxiexx, preguntándome incómodo acerca de qué era lo que estaba haciendo allá... le respondí que la bruja de la semana pasada me había puesto cita, y que si lo que quería es que la pusiera a caminar derecho lo iba a hacer... el me miró confuso, y me dijo que él había sido quien había concertado la asistencia de la damisela y no se explicaba qué la había impulsado a llamarme a mi también. Mientras esta india llegaba, hicimos un pacto de caballeros en el cual rechazabamos la posibilidad de un Ménage a Trois (o triplichín, si lo hace sentir más latino), ya que las proporciones no cuadraban, es decir, eso debe ser desarrollado por dos hembras y un macho y no al reves, o es que acaso a alguien le gusta un "Hielo con Whisky"? obviamente es muy diferente a un "whisky en las rocas".

Finalmente llegó la coya, y decidí respetar la presión minifundista que ejercía mexxiexx: simplemente hay mujeres por las cuales la competencia es además de demasiado esfuerzo, indignante y descabellada.

Ya en el sitio... una de esas horrendas tiendas guasca, de infame aspecto y pésima calidad de servicio, esta vieja, con cara de preocupación se dirigió a mi con mirada lastimera al ver que ya había concedido su potestas diciendo: "ay, pobrecito, no tienes ahora con quien rumbiar esta noche", y le respondí con resignación: "Siempre hay algo para hacer, ya verás".

Una botella de Néctar (Asqueroso trago de atracador) después, noté a una rubia que bailaba graciosa con una señora de unos 50 años con el pelo teñido... de blanco?, y algunas otras personas. La traviesa rubia, joven a la luz del licor y el contraste con la platinada, comenzó a brindarme complacientes miraditas, y siguiendo las instrucciones de antaño, simplemente sonreí y no hice nada. Desesperada, bajó la señora de 50 años de edad, diciéndome: "quieres bailar con mi hija?", le dije, "bueno, listo...", y a azotar baldosa.

Otra botella de güaro después, estaba ya listo para vomitar sobre todo el mundo conocido, sin embargo, ya integrados la otra coya y mexxiexx, no pude abandonar, abortar la misión por dignidad. Fué ahi cuando esta rubiecita me convenció de que fueramos a terminarla al apartamento de ella, bajo la mirada complaciente de su vetusta y anacrónica madre.


El camino más largo del mundo

Aunque fueron unas pocas cuadras hasta el apartamento de nustras anfitrionas, fue un camino tortuoso y largo, muy del estilo calvario y suplicio en la mitología católica.

Caminaba plácidamente de la mano de la hija... cuando la madre se acerca con un vaso plástico lleno hasta el borde de aguardiente, embutiendo en mi boca una cantidad de esa porquería... luego me coge y me abraza, y después de decirme una cantidad de estupideces de señora ebria entrada en años me dice: "Quieres hacer el amor con mi hija?", tuve que hacer silencio un minuto para responderle: "Pues... tal vez, si ella quiere...", y después me dijo una cantidad de vainas que en últimas resumían algo como "por favor cómete a la runcha de mi hija". Ahí me convertí en un hombre con una misión!.

No salía de mi asombro sobre la actitud proxenta de la madre, cuando la hija se acerca y me dice: "tengo que decirte algo... tengo un hijo", ahi fue como si me hubiera disparado una flecha en el cerebro, y grandes dosis de seratonina y adrenalina invadieron mi cuerpo de pánico... Esta vieja era una buscamaridos, y una no muy experta por cierto, de haber sido experta no nos hubiera propuesto jugar al....


Póker de prendas

Si señores y señoras, nos pusimos ajugar poker, la india que estaba con mexxiexx se retiró sin quitarse nada, pero la cazamaridos seguía perdiendo casí que intencionalmente... y estaba tan poco agradable... que me dormí. Me cuenta mexxiexx, que la vieja siguió quitándose prendas, y con sus senos en estado de devastación post-lactancia se refregaba contra mi inerme rostro, diciendo "despierta... ayúdame... estoy en bola... estoy perdiendo..." aun no recuerdo si en realidad me dormí o me hice un poco el dormido para no tener que atenderle. Por fortuna mi compañero de luchas me sacó ileso aduciendo toda clase de excusas...

En conclusión: Si va a jugar al póker de prendas, hágalo con una mujer (u hombre) que le guste, si no puede resultar rtisible, pero pierde su escencia, o sea: respete el juego, carajo.


La canción del momento

Eden de Hooverphonic

2005-06-08

Hermanitos de leche

"Estimado(a) Lector(a): Si usted no esta de acuerdo con leer intervenciones de naturaleza gráfica-explícita, tiene problemas con el manejo de sus susceptibilidades, o cree que lo que se publique aquí está abierto a debate, o que yo debo publicar pidiéndole consentimiento a alguien, este no es el sitio para usted. En últimas nadie le obliga a entrar a esta url o a leer lo que aquí se escriba. "

Hace ya algunos días volví a ver a un amigo que no veía hacía tiempos. Definitivamente una persona dada a la rumba pesada y a las coyas en aquellos tiempos.

Corría el año 2001, creo, y en la peor etapa de falta de plan y mucho tiempo libre fuimos a la 82... a ver qué salía. Por fortuna, la moral y las buenas costumbres se impusieron ese día, y la policía cerro la gran mayoría de esos antrejos de mala muerte, sobre todo los más coyeros (alguno de ustedes conoció un sitio llamado "insomnia"?). Esta situación obligó a una búsqueda a pie... salimos hacia al sur, pasando unicharco encontramos un sitio del cual no era muy posible distinguir si era un prostíbulo o un chuzo de rumba secretarial (ya saben: secretaria-jefe).

Pues bien, nuestro voluntario ingresó sin ningún resquemor al sitio en mención, convenciendo al portero ebrio de que "iba sólo a mirar". Nosotros esperamos fuera, para ver si seguíamos en la caminada para encontrar tal vez algún mal sitio de universitarias provincianas alcohólicas para darle algo de comer al chichí. Pasaron un par de minutos, y nuestro personaje salió con los ojos como platos, y una babaza correteándole el hocico. Se dio por entendido que se había llegado a una mina de oro en el ámbito coyero... sin poderlo creer ingresamos a este desagradble establecimiento lleno de beodos y de cuchachas de sórdidas miradas. Dicho y hecho, nos sentamos a tomar unas cervezas... había un par de estas cuchachas... cerca a los 27 años c/u, que bailaban solas en la mitad del sitio lanzando tórridos mensajes visuales a los menos vejetes de los asistentes masculinos, entre ellos... nosotros, prácticamente unos teens en ese sitio.

Con decisión, el compañero de armas se lanzó a la conquista de una de estas morrongas, como en miami vice eran una negrita y una rubiecita, así que el fue por... la negra. Les charló para que en su estado de embriaguez se sentaran a la mesa con nosotros, y tomando en cuenta que mis padres habían salido del país, y que hací mucho frío en las noches, se les invitó a pasar otro agradble rato allá. Debo reconocer que estaba yo algo nervioso, ya saben... la fama de las cuchachas... en realidad se podía ver a leguas que querían trola, pero hacían odiosos intentos por ocultarlo. Mi compañero de armas se comenzó a bailar a la negra en otra habitación, dejando en mis manos, y de mi legendario cuento cotizón la labor de efectuarle la aplicación a la rubia.

Hablé con ella por dos horas diciéndole toda cantidad de sandeces, bobadas, y demas cursilerías que habían probado efectividad anteriormente... después de dos horas, con la garganta ya herida, el orgullo casi muerto, y a punto de rendirme con el horrible estigma de no comelón de cuchachas, pensé un segundo más y cansado y ebrio liberé mi verdadero yo... diciéndole:
"Mira, quieres conocer mi cuarto?, es que quiero tirar contigo"
Esperandome la cachetada con la mejilla apretada, y un ojo entrecerrado para amortiguar el golpe... la cuchachita me dice:
"uy menos mal porque ya estaba mamada de hablar"
(esto fue una revelación, al parecer a esa edad las mujercitas aceptan su verdadero yo, y para olvidar sus trabajos mediocres, matrimonios fracasados, y demás, deciden rendirse a los placeres básicos)

Dicho y hecho!
Estuve dándole mucho clavo hasta que llegó mi querido hermano con la novia, razón por la cual me tocó cambiar de cuarto con rapidez para poder continuar en lo que iba...
Me pasé a mi cuarto, que estaba algo oscuro, y reanudé la sesión terapéutica con una botella de ron, una cuchacha diciéndome muchas cosas cochinas y proponiendo toda una gama de cosas extrañas, pero sensuales de una forma sucia y oscura, hasta que llegó:

EL GOLPEADOR (I)
Sip, al parecer mi compañero de batalla se cansó de clavar a la negra en el frío estudio y vino a mi cuarto a pedir la cama del lado... un poco voyeurista, pero en últimas gracioso, así que tomó la cama del lado con la negra, y estuvimos un rato atendiendo a las damiselas y chupando ron, de repente... lo indecible:

EL GOLPEADOR (II)
No contentos con haber interrumpido mi siembra de yuca DOS VECES, llegó otro de mis hermanos, al cual para nada le cayó en gracia que estuviera una grabadora (de su propiedad) a todo volumen, con música tropical, y que estas mujeres hubieran entrado en su etapa más felina y animal, gritando como locas, como si jamás hubieran visto un pipí (lo cual a leguas se notaba que no era cierto) o nunca hubieran tenido uno (o varios) dentro de ellas. Como según su percepción EGOISTA E INSENSIBLE, ya que el debía ir a trabajr al día siguiente a las 7AM, y ya eran las 2AM, y el escándalo era flagrante, pues se puso a golpear en la puerta de mi cuarto completamente enloquecido, enajenado, y ezquizofrénico:
"ABRA ESA PUERTA HIJUEPUTA"... "NO VE QUE TENGO TRABAJO MAÑANA"... "APAGUE ESA GRABADORA MALPARIDO!!!!"
Muerto de la verguenza, cogí la primera toalla que pude para tapar mis partes menos nobles y así poder atravesar la casa, apagar la grabadora y de esa forma finalizar el trip sexual con la rubiecita cochina (Dirty blonde).

MALA SUERTE!
La toalla que pude coger era una toalla de mano, la cual ni siquera me cerraba en la cadera, así que cuando encendí la luz, lo primero que vi fue que se me había salido el chichí porque la toalla era muy chica, la rubia me miraba con picardía, y la negra se sacó la lengua y se relamió como si fuese una wannabee de porno star.

Apagué la grabadora tan rápido como pude, y me reintegré a mis labores, pero teniendo cuidado de no hacer ruidos, hasta que me cansé. La rubia quedó agradecida, creo..., pero el apetito sexual de las cuchachas es algo de miedo... así que siguió cogiéndome la mondá toda la noche, y como yo era joven en esa época, pues sólo tuve freno debido a la escsez de condones... por poco.

Bueno, ya algo ebrio me puse a dormir, hasta que otra vez comencé a sentir extraños movimientos por mis piernas, así que ya preparado a decirle a la inocente rubia algo como "YA TE DI VERGA COMO 3horas MALDITA PUTA, ES QUE ACASO QUIERES MATARME????", cuando recobré los sentidos, me di cuenta que mi compañero de batalla estaba alargando su brazo bajo mis sábanas... y tocándole el culo a la rubia, cosa que me pareció muy risible, menos risible, es que me fui a dormir de nuevo, tras rechazar el ofrecimiento de la negra a manera de cambis cambeo (ya saben, el olor de negrita no es lo mío).

DESAGRDABLE
Muy orgulloso, este personaje a la mañana siguiente me dijo que se había estado rumbeando con la rubia y que ella se lo había estado chupando... pobre personaje, tuve que despertarlo a la realidad:
"es que acaso no se da cuenta guevón que la vieja me lo estuvo succionando a mi menos de 1hr antes de que usted se la rumbeara?, y le doy mi garantía personal de que no se lavó esa jeta...", casí muerto del horror, el personaje me pidió isodine bucofaríngeo y en solución para su garganta y chichí respectivamente, obviamnete le di el isodine, pero el daño ya estaba hecho... ya tenía un hermanito de leche.

La canción del momento:
Sweet Home Alabama de Lynyrd Skynyrd